viernes, 19 de abril de 2013

MITOLOGIA GRECO-ROMANA

La mitología es la historia fabulosa de los dioses, mediante la cual los pueblos intentan explicar sus orígenes y los fenómenos de la naturaleza.
Las mitologías griega y romana personificaron en los dioses a todas las fuerzas de la naturaleza y también aquellos principios morales que consideraron fundamentales en su sociedad. Como dioses, estos seres eran invencibles e inmortales, pero eran veleidosos y presa de los mismos defectos de los seres humanos. Quizás por ello tendían a mezclarse con los hombres y engendrar con ellos divinidades menores, encargadas de regir algunos aspectos de la vida cotidiana.
La aparición de la mitología de otros pueblos ha planteado el interrogante sobre en qué momento del desarrollo humano se generaron estas historias. Asimismo, los parecidos entre unas y otras nos hablan de la migración de los pueblos primitivos y el intercambio de sus tradiciones
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EL MUNDO MITOLOGICO
Se suela definir a la palabra mito diciendo que es todo relato de los tiempos fabulosos y heroicos. Pero la verdadera significación de este término, su definición más exacta y comprensible es: fábula, cuento o narración fantástica en la cual uno o varios dioses, semidioses o héroes divinizados tienen un papel predominante. De no intervenir personajes de un panteón religiosos, en vez de mitos se trata ya de leyendas o de simples cuentos.
Los mitos son esencialmente populares y anónimos.

EL ORIGEN DE LOS DIOSES
Según el poeta griego Hesiodo en su obra Teogonía: Ante todo fue el Caos. Luego Gea (la Tierra), la del ancho seno, eterno e inquebrantable sostén de todas las cosas, y Eros, el más hermosos de los inmortales, que penetra con su dulce languidez a dioses y hombres, doma los corazones y triunfa de los consejos prudentesð.
Caos, Gea y Eros fueron, pues, los tres elementos primordiales. Pero no coexistentes, sino aparecidos en el orden en que se van mostrando.
Para Hesiodo, el Caos era el espacio abierto, el Vacío y Gea no era la tierra tal cual estaba cuando los griegos la contemplaban en tiempos del poeta, sino la materia terrestre en vías de formación, concebida como elemento primordial del cual iban a salir las razas divinas. Eros no era tampoco el amor humano personificado, puesto que aún no existían los hombres y ni siquiera los dioses, sino esa especie de fuerza misteriosa que empuja todo a combinarse, mezclarse y unirse para dar origen a la vida. Fuerza que sin producir nada por si misma, hace producir a todo cuanto toca. Y en primer lugar a Caos y Gea, que gracias a él empezarían la sucesión de sus generaciones.

EL ORIGEN DIVINO
Una vez hecha la luz, Gea entra en acción, comenzando la serie de sus generaciones que se suceden en el orden siguiente: Como con Caos, con el Vacío no puede engendrar (pues los griegos jamás admitieron que de la nada saliese algo, por ser la ðnadað la negación misma de todo elemento), empieza a concebir sola. Es decir, sin el concurso de un elemento macho.
Lo primero que engendra es a Urano, el Cielo personificado, que cubre que cubre la Tierra como elemento fecundante. En Hesiodo, como se ve, Urano es hijo de Gea, la Tierra, antes de ser su esposo.
Luego Urano concibió a las Montañas (la Tierra va formándose en el tiempo) y enseguida Postos, personificación masculina de elemento marino, del Mar.

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