El gobierno de Roma se basaba en el Senado y las asambleas del pueblo o comicios. La denominación oficial del estado romano era S.P.Q.R. o Senatus Populus Que Romanus: el Senado y el Pueblo de Roma. Lo que significaba que Roma era gobernada por el Senado y por el Pueblo reunido en las asambleas populares. El Senado era el cuerpo legislativo de Roma, pero todas las leyes que promulgaba debían ser aprobadas por las asambleas populares:
Asamblea de las curias (comitia curiata) que era la más antigua de las asambleas populares. Se dividía en 30 curias. En tiempos de César tenía funciones meramente ceremoniales de las distintas tribus plebeyas.
Asamblea de las centurias (comitia centuriata) la encargada de elegir a los cónsules, pretores, censores, también de declarar la guerra y de decidir sobre las apelaciones de los ciudadanos romanos condenados a muerte. Había 193 centurias a las que se pertenecía según la riqueza.
Asamblea de tribus (comitia tributa) encargada de la elección de los demás magistrados anuales como ediles, tribunos y cuestores y además daba el visto bueno a las leyes aprobadas por el Senado.
Los senadores no eran cargos electos, pero todos los demás magistrados sí tenían que ser elegidos por el Pueblo Romano reunido en las asambleas populares cada año, en una carrera reglamentada y jerarquizada que se denominaba cursus honorum.
Roma se articulaba en base a un censo en el que estaban inscritos todos los ciudadanos. Cada ciudadano romano pertenecía a una tribu y a una clase social, la pertenencia a las distintas clases sociales estaba determinada por la riqueza. Era una estructura social completamente jerarquizada, como un ejército. Había dos clases sociales predominantes llamadas "órdenes". Cada cinco años los censores determinaban quién debía abandonar y quién debía incorporarse a cada uno de los órdenes.
El orden senatorial era el más importante, ya que a él pertenecían los senadores que gobernaban Roma. Para ser inscrito en el censo senatorial era necesario pertenecer a una de las familias patricias de Roma (las familias fundadoras) acreditar una determinada fortuna y no tener ningún intereses de tipo comercial, ya que los senadores eran una clase genuinamente agraria. En tiempos de César el Senado estaba compuesto por 300 miembros. El escaño en el Senado era vitalicio y hereditario siempre que el heredero cumpliera también con los requisitos y que hubiera ocupado al menos la cuestura, el escalón más bajo del cursus honorum. Los senadores tenían derecho a llevar el latus clavus: las dos franjas de púrpura de cuatro dedos de anchura en la túnica, un anillo de hierro y perones: zapatos rojos o negros con una media luna de plata como símbolos de su estatus.
El orden ecuestre era el segundo en importancia. Lo formaban los "caballeros", la antigua clase militar de la que salía la caballería romana en los tiempos de la monarquía. Los caballeros debían acreditar una determinada fortuna para pertenecer a este orden y se dedicaban a los negocios como el comercio, la recaudación de impuestos, etc. Los caballeros tenían derecho a llevar el angusus clavus: las dos franjas de púrpura de dos dedos de ancho en la túnica como símbolo de su posición.
Los magistrados en ejercicio, fueran del orden que fueran, tenían derecho a llevar la toga praetexta, la toga con la franja de púrpura por la que eran reconocidos. Para más información sobre estos símbolos ver el capítulo LOS ROMANOS DE LA ÉPOCA DE CÉSAR.
El cursus honorom, la carrera de honores romana establecía cada una de las magistraturas que se escalaban peldaño a peldaño, desde la cuestura hasta el consulado. Era una estructura de ascenso rígida y legislada que, en teoría, impedía "atajos", aunque en la época final de la República la corrupción de las instituciones derivó en una constante vulneración de las normas.
Las magistraturas romanas republicanas tenían dos características llamativas: todas las magistraturas eran colegiadas, es decir, cada magistrado tenía uno o varios colegas, con lo que el poder teóricamente se equilibraba. Ningún magistrado cobraba un sueldo por ejercer su cargo, pero cierto era y es que nadie trabaja gratis
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